Conversaciones con mi caballo IX
Recibo el martes una carta desde Portosín. Es de mi caballo. Por supuesto, a franquear en destino. Hola capullo. No creas que me acuerdo de ti porque el tiempo de que dispongo apenas me da para atender a esta monada que tengo al lado, pero me veo obligado a escribirte porque hoy, entre cohete y cohete y para solaz y un poco de tregua, se me dio por estudiar la prensa y después de más