Recibo el martes una carta desde Portosín. Es de mi caballo. Por supuesto, a franquear en destino. Hola capullo. No creas que me acuerdo de ti porque el tiempo de que dispongo apenas me da para atender a esta monada que tengo al lado, pero me veo obligado a escribirte porque hoy, entre cohete y cohete y para solaz y un poco de tregua, se me dio por estudiar la prensa y después de más o menos dieciocho periódicos entre nacionales, europeos (incluido Portugal) y de allende los mares, he llegado a la penosa conclusión de que a los de tu especie y territorio, os falta un fervor. Podrá parecer descarnada semejante conclusión. Podrá parecerte infundada e incluso cruel. Pero tengo que restregártelo por la cara so pena de ponerme malo del hígado y terminar con una cirrosis por culpa de la mala baba. Hoy es lunes y como dice el refrán, ni te cases ni te embarques (o algo así) y muy bien podría estar al sol haciendo mía aquella situación recreada en una película creo que de Walt Disney, no estoy muy seguro. Esta monada de al lado me dice al oído, que de Simone Saibene pero yo, tengo mis dudas porque la culpa de mi incultura cinegética, referente al cine, vamos, te la debo a ti porque en toda tu vida no te has preocupado de instruirme más que con un vídeo VIH, o VHS, o como sea, sobre la vida de las abejas y otro documental en D.E.P o D.H.I o D.V.D. o como se llame, sobre la elaboración de quesos artesanales con leche de vaca mostrenca. En honor a la verdad he de decir que didácticos, eso sí, aunque igual de estériles para mi que tu calva para ti. El caso es que estoy en una terraza, contemplando el mar, a la sombra de una sombrilla de encaje y tela, y voy por el tercer Martini blanco pero sin la horterada de la aceituna ni el pelotazo de ginebra. Y a resultas de este tercero y penúltimo, la pluma corre sola, la lengua se me desata y la mala hostia me rezuma por cada uno de los poros de la coira equina que me contiene. Llegan los viernes de dolor y tenéis que salir a la calle, créeme, con palas, picos y azadones. Con estacas y pelouros, con adoquines, tapas de alcantarilla y trozos de tubería de plomo. Con tirachinas de tuercas apretadas, con bombas de palenque y si hace falta, hasta con culebrinas muralleras. Corredlos a collejas, a boinazos, a tirones de orejas, a bofetadas. Con patadas en el culo que son más despectivas y humillantes. Enviadlos al fondo del olvido lastrados por los pies con enciclopedias, diccionarios, compendios, manuales. Ya no sirven las palabras al viento, ni las letras de los escribidores y bienpensantes y mucho menos el pataleo. Ya no sirve la educación, ni las buenas maneras. Ya no sirve la cultura, ni la inteligencia, ni la coherencia. Ya no sirve la ecuanimidad ni el raciocinio donde los de mi especie son los más racionales a juzgar por la historia que os señala con el dedo. Mirar para otro lado no soluciona el problema. El drama que ya empezáis a vivir no es nada comparado con el vía crucis que viene. Estáis dormidos, apalancados, instalados en el limbo de los bobos, cocinándoos en vuestra propia salsa de indeferencia con los ingredientes de la estupidez y la ignorancia complaciente. Estas sanguijuelas os están sangrando y no decís esta boca es mía. Os han conducido a la situación de la que va a salir vivo el más fuerte y mientras consintáis que tengan la sartén por el mango, vosotros seréis las víctimas. Dime si has leído alguna noticia, una sola, donde el que arrimase el hombro haya sido un político. Dime una sola noticia donde se haya reducido el número o los privilegios de esa mal llamada casta, porque son unos descastados, o esa mal llamada clase, plagada de gañanes, buscavidas y oportunistas, porque son los más desclasados. Senado, consejo de estado, autonomías, diputaciones, ayuntamientos imposibles. Entes y engendros televisivos, cajas de ahorro, consejos desde ministros a todo los demás. Chiringuitos y tabernas institucionales, casas de lenocinio y escuelas de merectrices. Y otra vuelta de tuerca. Saqueos de casi todo, por casi todo y porque sí, porque a nosotros, que lo sepáis, chusma, se nos permite, porque para eso semos por vosotros los elegidos. Abrevaderos con siglas, comederos VIP, tarjetas gold y platinum, lemas grandilocuentes, consignas altisonantes, palabras falsas, lero lero, discursos de mercadillo oiga, que me lo quitan de las manos. Juegos malabares, trileros y sacamuelas. Saca untos y mantecas. Cierra los ojos que viene el hombre del saco. No abras la boca. Calla y consiente. Mira para otro lado. Si te portas bien, quizá a ti no te toque. Da gracias porque podía haber sido peor. Se me revuelven las tripas capullo y ya me dirás que a mi qué me importa. Pero sí me importa porque en el fondo soy un idealista y un sentimental. Tienen miedo a vuestra libertad y por eso os azuzan con el miedo mismo. Os toca ser los actores de una revolución ética y moral. No os queda otra. Sal a la calle aunque no seas el primero. Desnúdate por dentro. Por una vez sé un insensato y permítete un disparate. No te calles. No te amilanes. Sois millones, con las mejores armas, la razón y la verdad y ellos, pocos-demasiados pocos- y cobardes. Hoy todavía puedes. Mañana, es tarde. Hasta cualquier día. |
Conversaciones con mi caballo IX
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Carlos Garcia-Manzano
Carlos Garcia-Manzano
Él es Carlos García-Manzano amigo no sólo de elcercano, donde cada semana participa activa y entusiastamente en nuestro programa de radio, con su sección"Todo Letras" acercándonos a este mundo de relatos inéditos, creados por él mismo, y cada cual más original. Hoy comparte sus historias no sólo por las ondas radiofónicas sino también por estos espacios virtuales.
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