La sala
La sala estaba vacía. Fría como un témpano, pero no por falta de calefacción. Frío de soledad y miedo. Frío de sentimiento. Menos mal que duró solamente un rato; hasta que dije basta, corta con la imaginación mal sana. Que había algún fundamento, claro, como siempre en una sala de espera, donde el tiempo es lo que cuenta, el tiempo de espera. La sala sanitaria vacía y tan iluminada de luz blanca, sanitaria, la hace