Esta mañana tres hombres y dos mujeres charlaban en tertulia animada sobre el amor. Gustos como colores, no ya de cada uno sino de todos a lo largo de distintas etapas de la vida. Pero salió una canción al ruedo de intervenciones, Valsa das Paixôes, con Marco Rodriguez y Mafalda Arnauth citándose con una letra hermosa y música que penetra hasta, hasta donde nos podamos imaginar que rompen las olas mas apasionadas. El amor es la eterna canción que sopla el sentimiento, llevándonos de puerto a puerto para descansar un momento, porque si no el naufragio está garantizado. Será que andamos envueltos en preocupaciones sanitarias y políticas mayormente que en cuanto aterrizamos a lo importante surge este eterna búsqueda platónica de completarnos con otro de alguna manera. Y de estas conversaciones salen además apetencias como la de organizar un concierto de fados con una grande como esta lisboeta Mafalda que está hoy en Turquía y mañana dios sabe donde; el problema será el caché de la interfecta o de Marcos Rodrigues, pero nunca se sabe. Si ello ocurre, volveremos al tema del amor, seguro.
Mafalda Arnauth y el amor
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