SÍNTOMAS
Con frecuencia especulé en algunos artículos con los síntomas más o menos alarmantes que nos indican nuestra incursión definitiva en la vejez, independientemente de lo que determine el DNI. Hablé de que uno envejecía cuando veía envejecer a los actores de cine, cuando se retiraban los deportistas a los que habíamos visto surgir, cuando morían familiares y amigos o cuando ya en nuestra mesa de noche había, sobre el libro de cabecera, media docena