ENFERMOS IMAGINARIOS
Las bonachonas autoridades han ideado unas nuevas fórmulas para evitar que la gente se ponga enferma. Esta vez creo que será la idea definitiva, a la altura de aquella que Jonathan Swift pensó para acabar con el hambre en Irlanda: en esa ocurrencia swifteana se trataba de comerse a los niños, de esa manera se mataban dos pájaros de un tiro, perdóneseme el exabrupto, acabando, por un lado, con unos hambrientos y dando de