EN UN GRANO DE ARENA
William Blake aspiraba a ver el mundo en un grano de arena y concentrar la eternidad en una hora. Para ello compre usted un reloj de arena que contenga cinco minutos en la cápsula, llévelo a casa como quien lleva un tesoro y prepare el ritual concienzudamente: disponga un vaso de whisky o una botella de vino, elija una música que lo transporte lejos de las asechanzas de un mundo hostil, cierre los balcones, las