BORDADO
Allá por el año 1987, cuando uno creía en tantas cosas, en una entrevista que le hicieron a un escritor sudamericano acerca de por qué no intentaba una novela en vez de dedicarse exclusivamente al cuento, venía a responder lo siguiente: “La novela es un género en el cual, si sobran páginas, no sucede nada; es más, con frecuencia, lo mejor de algunas novelas son las digresiones, lo superficial, esas páginas innecesarias pero que no