Los vimos al pasar en coche en la entrada de Vigo viniendo de Nigrán. Ahí, de repente, surgieron a nuestra vista dos figuras, altas, risueñas, ofreciendo lo que dan de si sus artes culinarias. La satisfacción fue doble, por un lado al ser ourensanos (y eso que uno no es nada chauvinista, o de los cortomiradistas) y por otro el ser un sobrino. Ahí, de los dos, uno desconocido para mí, pero de la cocina ourensana que tanto está patrocinando la Diputación, y el otro Gabi Conde-Corbal, de la familia donde entre primos hay mucho talento repartido, y es que por parte de sus abuelos había mucha chicha de la buena. Pues que me alegró la vista, porque además Gabi es un chavalote excelente, currante, generoso y valiente.
Cocineros ourensanos vistos al pasar
Comparte esta noticia:
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Imprimir