El expresidente israelí ha fallecido a los 93 años en el hospital cercano a Tel Aviv en el que se encontraba ingresado tras sufrir una hemorragia cerebral la semana pasada. Considerado como ‘el mejor embajador’ de su país, fue el muñidor de los acuerdos de Oslo, del famoso apretón de manos entre Isaac Rabin y Yaser Arafat frente a la Casa Blanca, y la ‘solución de los dos Estados’ que ahora ha caído en vía muerta. El punto más oscuro de su gestión fue la operación “Uvas de la ira” contra Hezbolá que provocó la matanza del campo de refugiados de Qana.
· Muere Simon Peres, premio Nobel de la Paz
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