Sigue la niebla de la Administración respecto a las infraestructuras y su organización, en este caso referidas a la materia aérea y concretamente a los aeropuertos gallegos, que por unas razones u otras van cediendo juntos el terreno al más próximo portugués, el de Oporto. Hoy mismo me comentaba alguien de unas señoras que cogían a París el vuelo de un viaje programado con el aula de mayores de la Diputación de Ourense (paradógicamente, viaje organizado por una administración gallega que utiliza el servicio de fuera; así son de cínicos e hipócritas los gobernantes políticos, y desagradecidos los ciudadanos que se benefician extraordinariamente de las oportunidades que éstas les ofrecen. El mundo al revés).
Pues bien, han vuelto a cancelar vuelos desde Vigo por las inclemencias del tiempo y la desactivación del sistema antiniebla de Peinador que amenazan con volver a paralizar el aeropuerto vigués por quinto día consecutivo. El primer vuelo a Madrid de la mañana, con salida prevista a las 6.45h, fue derivado a Santiago de Compostela, donde aterrizó ayer pasadas las 23h. Además, el enlace de Vueling procedente de Barcelona con llegada a Vigo a las 9h ha sido desviado a Lavacolla.
La aerolínea ha anunciado que los 176 pasajeros del vuelo operado desde Vigo hacia Barcelona se desplazarán en autocares hasta Compostela, desde donde está previsto que el vuelo despegue con destino a la Ciudad Condal a las 13,40 horas.
La adversa situación meteorológica, con previsión de fuertes lluvias y viento para la jornada de hoy, hace temer otra jornada en blanco para la terminal viguesa, que el pasado puente perdió 38 vuelos.
A diferencia de Peinador, los aeropuertos de Lavacolla y Alvedro han operado con normalidad en las primeras horas de la jornada.
El domingo dos vuelos fueron cancelados y otros dos desviados en el aeropuerto vigués de Peinador debido a las condiciones meteorológicas adversas registradas durante la mañana.
En concreto, los dos vuelos cancelados correspondían a las compañías Air Europa y Iberia Express, cuyo destino era Madrid. Por su parte, los vuelos desviados, que procedían de la capital española, tendrían que haber aterrizado en el aeropuerto de Peinador y ambos fueron desviados a Lavacolla, desde donde los pasajeros fueron trasladados en autobús.