Se dice el pecado pero no el pecador
Llaman a mi teléfono personal. Una proposición indecente al otro extremo del hilo sin hilo. –Oye Moncho, que quería mantener en elcercano un encuentro con la gente próxima a ese espacio. Ojiplático me quedé en el primer segundo. Al siguiente reaccioné como un resorte y dije ¿quéeeee?. –Es que pensé en proponerte hacer ese encuentro y vender unos cuántos libros en elcercano participándote la comisión, porque, sabes, ya lo hablé con la editorial y no