Llaman a mi teléfono personal. Una proposición indecente al otro extremo del hilo sin hilo. –Oye Moncho, que quería mantener en elcercano un encuentro con la gente próxima a ese espacio. Ojiplático me quedé en el primer segundo. Al siguiente reaccioné como un resorte y dije ¿quéeeee?. –Es que pensé en proponerte hacer ese encuentro y vender unos cuántos libros en elcercano participándote la comisión, porque, sabes, ya lo hablé con la editorial y no hay ningún problema por su parte en cederte la comisión. Respondí que no me interesaba el asunto pues ya había presentado su libro en otro lugar de la ciudad con profusa propaganda y, por ello, cualquiera que hubiera estado interesado en leerlo ya habría acudido a ese acto.