La justicia ha puesto honor, estimado exgerente de la Bodega Cooperativa de O Ribeiro, en una trayectoria sobre la que el presidente de la misma, Andrés Rodríguez Gómez, había derramado inmundicia, descrédito e infamia. Dicen que tu defenestrador es sobrino nieto de Franqueira (el auténtico) pero no le llega a la suela de los zapatos. El gran patriarca, no de Coren y del cooperativismo agrario, sino de Ourense, nunca dejaría a los pies de los caballos a un fiel y leal servidor como hizo ahora su sucesor en el árbol genealógico. Llevabas 28 años al frente de la Cooperativa, una cooperativa que cogiste en su peor momento, cuando tenía un pie en los agricultores de O Ribeiro y el otro en el holding de Manolo Arnoya. A pesar de las tempestades, a pesar del conservadurismo que siempre anidó en la junta rectora, a pesar de que hacían operaciones (me atrevo a decir que ilícitas) a tus espaldas como la compra de preferentes, a pesar de todos los pesares, has llevado a la bodega a un puesto muy destacado en la viticultura gallega y has situado al Costeira en un pedestal. Agrandaste la empresa situándola en otras denominaciones, abriste líneas de negocio con productos tan excelsos como el licor café y el tostado, colocaste el vino en países de los cinco continentes (algo impensable tres décadas atrás), ampliaste en un porcentaje espectacular la superficie dedicada a variedades autóctonas, etc., etc. No me toca hacer balance de tu gestión (¡grandiosa la transformación de una bodega con silos de cemento a otra con tecnología del siglo XXI!) pues en O Ribeiro y en Ourense saben bien quién es Tito Levoso gerente y Tito Levoso persona. Un hombre con la mano siempre tendida para el acuerdo y para el diálogo lo que le permitió lidiar procelosos y conflictivos momentos de gran enfrentamiento en el sector. Saliste airoso entonces como lo sales ahora. Todavía no leí ni un escuché una crítica tuya contra la que fue tu empresa de toda la vida. Aguantaste con estoicismo y ahora el juzgado, declarando la improcedencia de tu despido, ha puesto los puntos sobre las íes en una sentencia que debía hacer enrojecer al pariente de Franqueira. Tan débil es, por mucho poder que atesore su apellido, que ni te dejó hablar con los socios en la asamblea en la que intentó justificar tu despido. Al final, como el tiempo todo lo aclara, ya supimos cuál era la razón de su inquina. Te quería fuera para ocupar tu puesto. Para pasar de presidente, sin remuneración, a consejero delegado (¡con un sueldo que quita el hipo!). Para resolver su estatus personal intentó echar lodo sobre tu trayectoria en lugar de pactar el relevo (¡es verdad que los cargos no son eternos!) para que salieses de Viña Costeira por la puerta grande, a los sones de la Real Banda de Gaitas y con los 600 cooperativistas haciéndote el pasillo y regalándote los oídos con un estruendoso aplauso. Pero no fue así por mor de la miopía de un tal Andrés Rodríguez Gómez al que le deseo de corazón (porque primero está el Ribeiro y los cooperativistas) que con él no se haga bueno el refrán que dice que <otro vendrá que bueno me hará>.
josemanuel.rubin@gmail.com
3 comentarios en “CARTA ABIERTA A ARGIMIRO LEVOSO, ALMA MÁTER DE LA COOPERATIVA DEL RIBEIRO”
Tarde piastedes
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