El SARS COVID2 que originó la Pandemia del COVID 19 (Coronavirus) que estamos padeciendo, trajo consigo el confinamiento, el uso de la mascarilla, la distancia de seguridad, no poder ver a tus parientes en el caso que no convivieses, tuvimos y tenemos los movimientos controlados con los llamados perimetrales, cerraron muchas empresa , la hostelería la más perjudicada, no sabemos en realidad el número de muertos, ni tampoco cuántos en realidad están en el paro. Si sabemos que Caritas ha triplicado el número de ayudas a familias sin recursos.
Por no saber hasta desconocemos las mutaciones del virus, las formas de contagios, la distancia y el tiempo para hacerlo, por los últimos datos después de casi un año estudiando el Covid-19 los científicos han comprobado de que no sólo afecta a sistema respiratorio, sino que también puede dañar el sistema cardiovascular, el tracto gastrointestinal y el sistema nervioso central, ya que se han encontrado mediante autopsias virus en el cerebro. Seguimos aún con muchas dudas, y las vacunas son una de ellas para conocer su efectividad, posibles efectos secundarios leves y graves, y algo que desde el inicio me llamó la atención y que Marina Pollán Directora del ‘Centro Nacional de Epidemiología’ ha dicho “No sabemos lo que ocurre en las residencias de ancianos”, que ha sido donde más ancianos han muerto. Ante este desconocimiento parcial, con medidas variables y efectos que no han dado lugar a un sistema común, lo que nos queda por hacer es ‘tener sentido común’ y procurar por todos los medios evitar el contagio, y si se tiene avisar al Servicio Sanitario y seguir sus instrucciones. Las vacunas las tenemos, en un encuesta realzado en EEUU a unos 700 epidemiólogos contestaron que incluso con las vacunas probablemente tardará un año o más para que muchas actividades se vuelvan a iniciar de manera segura, y que perderemos algo tras la Pandemia por lo que vidas nunca volverían a ser como antes. Nuestra actitud desde ahora mismo puede lograr que el cambio sea el que la ciudadanía desea y no al que las élites le quieren llevar. Reaccionemos democráticamente de otra forma cómo en ‘1984’: “Si quieres hacerte una imagen del futuro, imagina una bota aplastando una cara humana…eternamente”.