Desde hace más de 30 años, lo iniciaron los japoneses, se está intentando buscar una solución que permita conectar microchips inteligentes con las neuronas cerebrales. Desde hace unos tres años los avances han sido espectaculares, siendo pioneros en exponer los estudios las universidades americanas. Un ejemple es el equipo que dirige Arto V. Nurmikko (finés) profesor de ingeniería y física (Universidad L. Herbert Ballou en la Universidad Brown) que llama a los implantes de 0.25 milímetros cuadrados ‘neurogranos-neurograins’, (cómo son conocidos en el mundo científico) consiste en un chip capaz de recolectar energía de RF (Radio Frecuencia) radiación electromagnética muy baja similar a la utilizada en las comunicaciones de móviles, antenas que nos permiten hablar y recibir incluso televisión. Estos chip de ‘neugrains’ se implanta en el cerebro humano y detecta el voltaje de neuronas individuales que mediante una pequeñísima antena recibe y envía información de las neuronas para tratarla y poder solucionar problemas craneales cómo: Lesiones en la cabeza, epilepsia, migraña, meningitis y encefalitis, absceso cerebral, ictus, accidente cerebrovascular y hemorragia, enfermedad de Parkinson, enfermedad de Huntington, parálisis … que es muy positivo, de hecho lo mismo lo ha buscado La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa de los Estados Unidos (Defense Advanced Research Projects Agency-DARPA) que ha logrado tras varios años grabar millones de interacciones entre neuronas de forma simultánea en un cerebro humano vivo, colaborando con Neuralink de Elon Musk y Building 8 de Mark Zuckerberg (creador de Facebook). Positivo para las enfermedades citadas, es una interfaz cerebro-computadora, y también abre el camino para que cualquier cerebro pueda ser manipulado, en CSAIL (MIT) han desarrollado una red neuronal que llega al cerebro a través de las paredes. También se utiliza para leer lo que piensa una persona. Lo que hasta ahora era ético se sobrepasa, lo tenemos en los gemelos chinos que modificaron su ADN en el vientre de la madre, o en la Pandemia que estamos sufriendo por el COVID 19 (Coronavirus). ¿Parte del ‘nuevo orden mundial’?.