Cuando en del primer quinquenio de los 90 del siglo pasado los japoneses hacían pruebas de conexión entre un chip y una neurona de un coballa pensábamos que nunca iba a suceder, hoy es realidad en personas. En la primera década de nuestro siglo, desde casi el inicio, nos dimos cuenta que los móviles eran algo más, de hecho ya servían para enviar mensajes, oír música, cámara fotográfica… Nokia y Widows se dieron cuenta que podían ser el apriete que llevase la Inteligencia Artificial (IA) a todas las personas y crearon los primeros softwares, hasta siete diferentes. Las finanzas, la “poderes fácticos”… y el creer que todo iba ser como cuando Windows desplazó a IBM y se hizo con el mercado de los PC’s, aún siendo mejores Word Perfect y Lotus desaparecieron y quedaron Word y Excel. Esta vez Apple con IOS, Samsung y otros con Androide consiguieron poner en el mercado lo que se preveía para una década más tarde. No es una casualidad que el software elegido lleve el nombre de un robot. En esta fase hicieron realidad en lo que se venía trabajando des el Eniac (primer ordenador programable), realidad que escribió Vernon Finge que eran como los aminoácidos del inicio de la vida en la tierra, por cierto los aminoácidos están compuestos hidrógeno, carbono, nitrógeno y oxígeno los tres primeros son los que en estos momentos están en el punto de mira de algunos por ser los causantes del calentamiento de nuestro planeta.
Los smartphones y tablets son ya un avance que no se calculaba que entrarían a estar en funcionamiento hasta la próxima década, la competencia los puso en el mercado antes, ya que otros aparatos con IA lo estaban. Ahora los encontramos en la agricultura, especialmente en la recolección de frutos, en la industria, y muy destacados en servicios, bancos, seguros, hoteles, restaurantes, medicina, marketing… cuyos resultados estamos viendo en los cientos de miles que en todos los países pasan a formar las largas listas del paro o de una jubilación prematura. Algunos ejemplos Robots en California en la recolección, en las tiendas de carretera de McDonald’s, en restaurantes en Japón y Suecia, hoteles con recepcionistas que son capaces de hablar 19 idiomas y comprender y darle soluciones a los problemas que el cliente presenta, aquí en Citroen (PSA) los trabajadores que construían los bajos de los coches van despareciendo poco a poco, en los bancos prácticamente no es necesario ir, salvo para obtener dinero, pues desde un smartphone se puede hacer prácticamente todo, lo que en algunos países ya supuso puestos de trabajo que quedaron vacantes y los que lo ocupaba al paro o a jubilarse.
La IA descrita es la esperada en la primera fase de IA (Artificial Narrow Intelligence), pero se ha avanzado llegando incluso a la segunda fase (2030) y tercera (2040-2050) en algunos casos. Los robots son capaces de repara a otro, incluida la IA, construir otro pasarle su conocimiento e incluso incrementarlo. Practican sexo con humanos, entre ellos e incluso llegan a pelearse. También se alcanzó con el corazón de un chino el holograma con el que se casó, cierto que aún sólo puede abrazar a una réplica en lana. Existe ya un robot capaz de terminar la carrera de medicina y ya hace prácticas en un hospital, pueden en el futuro manejar con el cerebro una persona…
Hay más, lo que me preocupa es que mientras las “élites o poderes fácticos siguen avanzando, los dirigente van por otro lado sin darse cuenta, algunos sí, que el futuro no es el que ellos piensan, ya lo tenemos aquí