Estamos celebrando el nacimiento en Belén hace más de 2.000 años de un niño al que llamaron Jesús que es conocido también como Cristo, del latín Chistus, y este del griego Christós, es una traducción del término hebreo “Mesías” que significa “ungido”. En la actualidad Cristo se utiliza como sinónimo de Jesús, de ahí que los que siguen su mensaje se llamen “cristianos”.
Las mayorías de las nuevas ideologías que tenemos en esta segunda década del este siglo tratan directa o indirectamente de que se olvide el gran mensaje, aún no superado, que nos trajo el niño cuyo nacimiento se celebra en todo el mundo cristiano. El alejamiento de su mensaje no podemos ancharlo sólo a la acción de las ideologías que no lo admite, e incluso lo insultan, los cristianos desde los que ocupan los puestos más altos hasta los seguidores de a pie somos muy responsables de este alejamiento que está presente en la sociedad, muy especialmente en Europa cómo lo demuestran las estadísticas y los hechos que vivimos en nuestros entornos cada día.
Es importante lo que dice el Papa Francisco, no poniendo trabas a los no creyentes, a los que la vida se ha truncado por una separación por diferentes causas, también continúa con lo dicho en el Concilio Vaticano II como los anteriores, haciendo más hincapié en la necesidad de mayor protagonismo de la mujer. En muchos lugares existen mujeres cómo “Los ministros extraordinarios de la Eucaristía” que puede realizar todo en la Iglesia salvo confesar y consagrar y que renuevan anualmente sus compromisos en un acto público y ante todos los feligreses.
Lo anterior no es otra cosa que poner al día la renovación que surgió en el Concilio citado, aunque no es suficiente para ver cómo la juventud se va alejando, e incluyó a los que han estudiado en colegios religiosos. La última estadística europea realizada a la juventud indica que le interesa muy poco la Religión en más de un 80 %, dato a tener en cuenta por los que seguimos creyendo que nada ha superado el mensaje de Jesús. Habrá que revisar, cómo lo está realizando el actual Papa reconociendo los gravísimos actos realizados por integrantes de la Iglesia, y acordarse de los que en tierras hostiles están dando su vida por creer en que Jesús trajo lo que precisa la humanidad para seguir adelante.
No se pueden poner puertas al campo
Desde el inicio de este siglo todas las ciencias avanzan a una velocidad nunca vista. Algo de ello se vislumbraba en la última década del siglo pasado, con los inicios de lo que estamos viviendo y disfrutamos hoy, sabiendo que muchas de las tecnologías cuando cuando se compran prácticamente están obsoletas. En el campo de la genética, de la nanotecnología y de la biotecnología, todas ellas cada vez más relacionadas, nos proporcionan sorpresas frecuentemente. Desde el principio, y me remonto a la oveja Dolly, pensamos que deberíamos tener como punto que nos se podría atravesar el de la ética humana, defendí esos mismos principios en el la primera década de este siglo, al día de hoy compruebo que se han traspasado varios y que no es posible parar los avances científicos y tecnológicos, sean buenos o malos para la humanidad, la ética, al menos la que conocemos hasta hora, ha sido superada. Tema que planteaba el Dr. Miguel Abad en su artículo en La Región “Homo Novus”.
En la biogenética se empezaron a ver los peligros, al margen de los enormes beneficios que conllevar, uno es el avance en la radioterapia donde se ha dado un paso importantísimo con la braquiterapia que actua solo sobre las células malignas y reduce el tiempo de tratamiento, otra gran avances es detectar el cancer por medio de la sangre en lugar de la biopsia.El gran avance en el que es en la inmunoterapia, como sustitución de la quimioterapia, se trata de que sean nuestras defensas las que destruya las células malignas. En otra ocasión hable de lo favorable que podría ser para muchas enfermedades el CRISPR o secuencia de ADN de bacterias. La sorpresa saltó hace unas semanas en China con una de las secuencias de CRISPR-Cas9, una de las más sencillas, el anuncio del nacimiento de dos niñas que podrían ser los primeros seres humanos modificados genéticamente, en pocas palabra se pueden generar seres humanos sin ayuda del hombre, un peligro que se veía venir, como dije antes, con el nacimiento de la oveja Dolly.
Paralelamente, y quizás con menos repercusión los avances tecnológicos fueron fulminates, a lo que ayudó muchísimo la nanotecnología. Atractiva creció la IA una de las grandes esperanzas y también otro de los peligros para el ser humano.