Mi felicitación al gobierno y a todos los que apoyaron el rescate del Aquarius, del mismo modo que a los miles que en estos días han jugado su vida atravesando el estrecho de Gibraltar, no puedo decir que no haya que atenderlos con todo, son personas, también tendríamos que actuar en sus lugares de origen para proporcionarles agua, industria y medios para que alcancen nuestro nivel de vida, sin que me olvide de los españoles que se han jugado la vida en el mar, sin pensar nada más que salvar la vida de aquellos que corren peligro.
Siendo lo anterior indiscutible y que requiere nuestra acción inmediata me pregunto ¿Cuántos españoles con enfermedades incurable son tratados con el mismo empeño?, y englobo al Cáncer, Alzheimer, Párkinson, Fibromialgia, Daño Cerebral Adquirido (DCA), la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), la Enfermedad de Huntington (EH), la Atrofia Muscular Espinal (AME), y otros muchas enfermedades degenerativas, que una vez detectadas y pasadas las primeras semanas son “casi” olvidadas. Solo hay que salir a la calle para ver la cantidad que existen y cuya única esperanza está en sus familiares más próximos que lo perciben como si siguiesen viviendo en Esparta, la sociedad los olvida, aunque no los tira por el monte Taigeto, ¿o sí con la eutanasia?. ¿No son prioritarias para todos antes que mirar para atrás?, es inmediato para millones de personas, y no servirá de nada cuando estén muertos, el dinero utilizado para mirar atrás es necesario para millones de españoles que viven ahora, y que sus familias puedan ver un futuro.
¿Los días al año para cada una de las enfermedades sirven para paliar lo que sufren ellos y sus familiares más próximos?, meditemos y pensemos en la realidad de estos enfermos y familiares que van por la calle tratando de llevar lo mejor posible su sufrimiento en soledad, viendo que la enfermedad continúa, en la mayor parte de los casos con un final a corto y medio plazo que significa la muerte, no por anunciada y esperada menos dolorosa. Personas que sufriendo son capaces de vivir, de reír, de gozar, contentos en la familia en que viven, con muchos momentos malos, pero quieren seguir viviendo al lado de los suyos y a los que quieren con todas sus fuerzas y son correspondidos.