Misma liturgia, nada ha cambiado, llegan las elecciones y los políticos ya han bajado a la calle, van a los mercados, dan la mano a todos, besan a los niños, e incluso “aguantan” sin rechistar los “escraches”, que fuera del periodo electoral denunciarían con todas sus fuerzas. Abundan los que dicen que pueden pactar con otro porque son de izquierdas o de derechas con un programa completamente diferente, cómo si en la izquierda diera los mismo el socialismo español que otros que beben en un socialismo que no tiene nada que ver con el suyo incluso, aunque es exagerando, el de Corea del Norte, o la derecha que gobierna en España lo hiciera con los ultras de Austria o Francia. Aunque en muchos ayuntamientos veremos uniones mucho más difíciles porque para alcanzar el poder poco importa lo que se haga, por supuesto para el bien del ciudadano.
Así que pocas dudas, salvo mayorías, saben lo que van hacer en los próximos días, pactar con aquel que le permita acceder a “pisar alfombra” o lo que es lo mismo participar en el gobierno. No importan ideologías, ni que se persigan objetivos diferentes, todo lo dejan atrás por el “bien del pueblo”, el cual ve con perplejidad cómo partidos a los que no votaría por las propuestas que han hecho van a gobernar con el que él después de un examen más o menos extenso decidió votar. Los programas se retuercen, las palabras empiezan a significar en boca de muchos lo que no quieren decir, pero cómo en el cuento del “rey desnudo” nadie se atreve a denunciarlo, harían falta almas cómo la del niño, a pesar de que todos los que lo rodeaban lo intentaron acallar.
No dudo que tendremos “fumata blanca”, ¿desconfiado? Simplemente realista y saber que en esta piel de toro todo sigue igual, que se enterró el dialogo, el entendimiento entre ideologías contrapuestas, que no interesa lo que va a suceder dentro de diez, quince o más años, con los dos últimos de la legislatura llegan y aun sobran para que la papeleta vuelva a caer del mismo lado y se consiga “pisar alfombra”, no importa alargar las conversaciones para dar sensación de que se estudia al mínimo detalle, algunos lo harán, otros y lo estamos viviendo esperarán para que no se les acuse, o harán cambio de “cromos”, perdón sillones, te voto en un lugar si tu lo haces en otro. Así se despiden hasta la próxima en la que nos volverán a querer, claro que los problemas seguirán ahí, sólo los que dan “prestigio” y sirven para sacar pecho iban adelante, algunos mal y ejemplo tenemos en Ourense en las últimas semana, pero no importa. Hay un rayo de esperanza, y espero que que se den cuenta, que recapaciten y en las próximas elecciones, a la vuelta de la esquina cambien y que se centren en lo que van hacer, lo malo que son los otros los ciudadanos lo sabemos, así cómo lo bueno. Una pregunta que me hago ¿sirven los mítines para algo?.