¿Se acabará la energía?
Desde los albores de la historia el hombre conoció, e incluso adoró, al sol como fuente de vida. Enseguida comprendió que la exuberancia que le rodeaba, el calor que le protegía provenía de él, sabía que sin energía no podría existir la vida.
Ahí posiblemente se inició la Física, que descubriendo a través de la experiencia llegó a alcanzar los conocimientos de hoy. Por ella sabemos que sin energía sería imposible la existencia del Universo, y por lo tanto la vida.
Tanto la luz cómo el calor propician la supervivencia en la Tierra, y están muy relacionadas con la producción de energía. Sin la energía la vida humana, de los demás seres vivos y vegetales no sería posible.
Existen otras fuentes de energías naturales, más o menos complejas, de las que el ser humano puede extraer energía para realizar un determinado trabajo u obtener alguna utilidad. Además tenemos el agua, el sol, los combustibles fósiles (carbón, gas natural, petróleo) que se formaron hace millones de años, a partir de restos orgánicos de plantas y animales muertos, y que aunque no lo pensemos se siguen produciendo.
La Tierra sigue viviendo y actuando como siempre, sin dejar de sorprendernos (una de las últimas la denominada “Anomalía de Beijing” o océano subterráneo bajo Asia).
Los habitantes de la Tierra, vegetales, y toda clase de seres vivos necesitan de la energía para poder vivir, reproducirse, crecer … los seres humanos con las mejoras tecnológicas, entre otras razones, utilizan cada vez mayor cantidad de energía. Es difícil imaginar cualquier actividad que no necesite de la misma. Por eso ¿Tendrán razón los que dicen que se agota?
Que la energía es finita lo sabemos, lo es, al menos hasta los conocimientos que tenemos al día de hoy; el propio sistema solar, fuente de la energía y de la vida según todos los cálculos dentro de 5.000 millones de años se convertirá en una enana blanca, y perderá gran parte de su fuerza.
Hasta esa fecha, la energía no va faltar. Ningún dato científico avala lo contrario. Dejemos las visiones apocalípticas para documentales cómo el realizado por el ex vicepresidente de USA Al Gore. La ciencia y la tecnología tienen elementos suficientes para garantizar a corto y largo plazo que el mundo pueda seguir usando la energía que se necesita, sin necesidad de reducir lo que hemos conquistado y disfrutamos, y lo que es más importante, dejando una herencia buena a nuestros descendientes.
El análisis de cada una de las fuentes energéticas más utilizadas confirma la anterior aseveración.
• Hídrica, el agua es la base de nuestro planeta, por algo se le conoce con el nombre de azul. Sin agua no hay vida. La superficie del planeta tierra es un 80% de agua. El cuerpo humano está constituido por Hidrógeno (H) Oxígeno (O), Carbono (C) y Nitrógeno (N), siendo más del 60% agua. De forma similar se encuentra en otros organismos. Actualmente se conocen seres vivos capaces de sobrevivir en ambientes extremadamente hostiles, sometidos a presiones aplastantes, a temperaturas que superan los 100 grados centígrados, o también bajo cero, en medios muy salinos, ambientes muy ácidos …. pero siempre con la presencia del agua. No está demostrado que vaya a faltar, sería el fin de la vida en la Tierra.
• Eólica, pocas explicaciones necesita. En tanto en cuanto existan la atmosfera, estará disponible.
• Solar, al menos 5.000 millones de años
• Nuclear, el uranio básicamente es el elemento que se encuentra en la naturaleza cómo combustible nuclear, podría usarse el torio, que no puede ni produce ninguna munición nuclear, abundan aunque son finitos. Desde el 2005 el reprocesamiento de combustible nuclear comercial para obtener MOX (compuesto por una mezcla de óxido de uranio natural, uranio reprocesado o uranio empobrecido, y óxido de plutonio) se realiza en Inglaterra, Francia y en menor medida en Rusia, India y Japón. India planea la planta nuclear “más segura” impulsado por el torio. Un paso en la seguridad y eliminación de isotopos radioactivos, la puesta en funcionamiento del reactor Guinevere franco-belga capaz de eliminar prácticamente la llamada basura nuclear. Otro proceso nuclear que puede ser utilizado es la fusión. En dicho proceso se utilizan como combustible isótopos ligeros de hidrogeno como el tritio y el deuterio. El hidrogeno, deuterio incluido, se encuentra en el Universo desde los albores, los acaban aún de encontrar en los primeros gases que se tienen después del Big Bang.
• Combustibles fósiles (petróleo y carbón). Se sabe que solo se explota del 35 al 40 por ciento del petróleo por los métodos tradicionales. En “The Quest: Energy, Security, and the Remaking of the Modern World”, Daniel YerginPenguin afirma: “por cada barril producido se han encontrado en nuevos yacimientos 1,6 barriles nuevos”, y más adelante dice: “Desde los orígenes de esta industria se han sacado del subsuelo un billón de barriles. Que sepamos hay otros cinco billones de barriles más de los cuales, con la tecnología de hoy, son explotables 1,4 billones”. Existen soluciones para sustituirlas. Las reservas son consideradas cómo estratégicas por las grandes potencias mundiales, y en mi opinión los “movimientos geoestratégicos” de los últimos tiempos van encaminados a preservar esas fuentes. Una noticia poco conocida es que una petrolera USA ha conseguido que Rusia le conceda la explotación de esos recursos nada menos que en el Ártico.
• Biomasa, con el uso de la materia orgánica producida de forma natural o provocada, madera, cereales…
• Mareomotriz que utilizan la energía del mar, aprovechando las mareas. En menor escala de las olas, corrientes marinas, gradiente de temperaturas aguas marinas…
• Geotérmica, se obtiene del calor interno de la Tierra. Aguas termales, vapor de agua que fluye de forma natural, bien artificial (bombeo), bien por impulsos de flujos de agua y de vapor (flashing). Incluso el agua una vez enfriada se introduce de nuevo en el acuífero.
¿Tenemos problemas de energía? Sí, en el modelo energético que tenemos. El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, trabaja en la reforma del mismo para “resolver el problema del déficit” tarifario acumulado que a finales del pasado ejercicio superó los 21.700 millones de euros, casi cuatro veces superior al de 2005, donde 7.220 millones de euros sólo para las energías de régimen especial las cuáles se han incrementado un 400 por ciento en los últimos siete ejercicios. Se trata de “reconvertir y reconducir el problema” para “contar con un sistema energético seguro, eficiente, que no sea tan vulnerable en costes e ingresos, y que permita competir con otros países”.
Sabemos que en algún momento, cuando el Sol se apague, la vida terminará, pero hacer un problema de la escasez de energía en estos momentos, en mi opinión, no se sostiene.
Cierto que ateniéndonos a lo que se está descubriendo últimamente el futuro no está tan claro. Quizá tengamos que dar un giro Copérnico, y nunca mejor dicho, cómo en su momento se hizo con el Heliocentrismo, y considerar que el Universo influye mucho en el Sol y su sistema planetario.
Para terminar recordar: “¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio.” Albert Einstein
La ley de Lavoisier: “En toda reacción química la suma de las masa de los reactivos es igual a la masa de los productos”, o la primera ley de la termodinámica o ley de conservación de la energía: Ésta no puede crearse ni destruirse, sólo se puede cambiar de una forma a otra