Íñigo
Sobre el tejado, Iñigo se agarraba a las letras apagadas del anuncio de Cinzano. Habíamos subido a la cubierta con la idea de fotografiar el entorno de la estación. Teníamos que elaborar una secuencia de bocetos de aquel lugar.
Aquellos días yo estaba cerca de Iñigo.
Estaba tan cerca de él que le había seguido hasta aquel tejado y me encontraba colgada de una de las letras del anuncio luminoso.
El viento nos golpeaba.
El rugido de la ciudad llegaba diluido por el vértigo.
Íñigo abrazaba el aire mientras me decía que vivíamos un acto puro.
Han pasado los años.
El viento se ha llevado a Iñigo.
Sin embargo, dos frágiles figuras, suspendidas en el vacío, permanecen colgadas de unas letras sin luz.
©Cruz López Viso, 1989.