De peatones multados, Ateneo, y deshonestidad
‘Soy siempre correcto, atento, amable, educado y servicial. No es que sea así en absoluto, es que no me atrevo a ser de otro modo. Casi nunca digo lo que pienso’. Pues bien, estas palabras que podían ser mías y de usted, y del otro y otro que vive pendiente de la migaja que el poderoso va dejando por ahí para sobrevivir, no lo son, ciertamente. Son del diario de Hendrikus que pinta como