Lendo o artigo de Santiago Lamas e os melancólicos e resignados versos de Shakespeare sobre o amor e a vellez que citaba, veume á cabeza aquela frase de Rafael Sánchez Ferlosio que figura na contracuberta do seu libro God & Gun. Apuntes de polemología (Barcelona: Destino, 2008): «la incertidumbre y el escepticismo crecientes que son propios de todo envejecer». Tamén o poema de Wislawa Szymborska que lles copia a continuación. E desculpen o ton tristeiro. Debe ser cousa de que case vai alá outro ano.
EL VIEJO CATEDRÁTICO
Le pregunté sobre aquellos tiempos
en que éramos tan jóvenes,
ingenuos, entusiastas, tontos, inexpertos.
Algo de eso ha quedado, excepto la juventud
-respondió.
Le pregunté si todavía sabe a ciencia cierta
lo que es bueno y lo que es malo para el hombre.
La más mortífera ilusión posible
-respondió.
Le pregunté por el futuro,
si lo sigue viendo claro.
He leído demasiados libros de historia
-respondió.
Le pregunté por la fotografía,
esa en el marco, sobre el escritorio.
Fueron, pasaron. Mi hermano, mi primo, mi cuñada,
mi esposa, mi hijita sobre las rodillas de mi esposa,
el gato en los brazos de mi hijita,
y un cerezo en flor, y sobre el cerezo
un pájaro volador no identificado
-respondió.
Le pregunté si es a veces feliz.
Trabajo
-respondió.
Le pregunté por los amigos, si todavía tiene.
Algunos de mis antiguos ayudantes,
que también tienen antiguos ayudantes,
la señora Luzmila, que gobierna mi casa,
alguien muy cercano, pero en el extranjero,
dos señoras de la biblioteca, las dos sonrientes,
el pequeño Gregorio de enfrente y Marco Aurelio
-respondió.
Le pregunté por la salud y por su estado de ánimo.
Me prohíben el café, el vodka, los cigarros,
cargar recuerdos y objetos pesados.
Tengo que fingir que no lo oigo
-respondió.
Le pregunté por el jardín y el banco en el jardín.
Cuando la noche es serena observo el cielo.
No deja de asombrarme cuántos puntos de vista hay ahí
-respondió.
Alfonso Mato
1 comentario en “A vida que pasa”
Este poema de Frost no es de amor ni de vejez ; es de tomar decisiones antes de que estas te atropellen. En mi opinión es de una belleza imposible.
Dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo
Y, apenado por no poder tomar los dos
Siendo un viajero solo, largo tiempo estuve de pie
mirando uno de ellos tan lejos como pude
hasta donde se perdía en la espesura;
entonces tomé el otro imparcialmente.
Y, habiendo tenido quizás la elección acertada
Pues era tupido y requería uso
Aunque en cuanto lo que ví allí
hubiera elegido cualquiera de los dos
y, ambos esa mañana, yacían igualmente
¡ Oh, había guardado aquél primero para otro día !
Aún sabiendo el modo en que las cosas siguen adelante
dudé si debía haber regresado sobre mis pasos,
debo estar diciendo esto con un suspiro.
De aquí a la eternidad:
Dos caminos bifurcaban en un bosque y yo
yo tomé el menos transitado.
Y eso hizo toda la diferencia.
¿