Sabía que ían ver a luz neste mes e agardaba impaciente a que apareceran, a pesar de ter lido e relido a maioría deles. Refírome aos pecios (restos dun naufraxio), aos apuntes breves de Ferlosio, agora reunidos baixo o título de Campo de retamas pola editorial Random House. O que Savater dixera sobre Vendrán más años malos y nos harán más ciegos (1993), o anterior libro de pecios de Ferlosio que tamén se reincorporan, con algunhas variantes, nesta edición, «uno de los libros más hermosos, inquietantes y profundos que se han publicado durante las últimas décadas en lengua castellana», pódese afirmar de Campo de retamas.
Van dous dos pecios, dos inéditos: un por aquilo dese «tigre que nos devora», que dicía Borges, e o segundo pola alegría que desprende e porque define moi ben, ao meu entender, o carácter como escritor de Ferlosio:
«(Esa ficción maligna) El tiempo fue inventado contra los perezosos, como un ardid para que los que querían quedarse quietos se sintiesen incómodos y entrasen en acción».
«(Perlas de la lengua) Se encuentran a veces en los textos más modestos, como aquel de “Las hijas de un sevillano” que cantan las niñas saltando a la comba: «Un día a la más pequeña / le tiró la inclinación / de irse servir al rey / vestidita de varón». ¡Pero qué maravilla es esa de «le tiró la inclinación»!»