Mira que se levan publicados artigos na prensa a raíz do atentado contra Charlie Hebdo… Eu son Charlie, Eu non son Charlie, Non sei se son Charlie… De entre todas as aportacións, boa parte delas moi suxerentes e algunhas extrañamente desconcertantes (penso nos dous artigos do filósofo José Luis Pardo ou no do escritor Ignacio Vidal-Folch, ambos os dous en El País) ou singulares (o texto do crítico musical Diego Manrique que trata o problema en clave española: El Papus, El Víbora, tamén en El País), quero deixar dúas citas que me parecen relevantes, de Arcadi Espada e Fernando Savater:
«La ofensa como cláusula informativa no es sólo algo intelectualmente estúpido sino también moralmente perverso. Al igual que tantos otros periódicos el Times publicó la foto pulitzer del policía Ahmed Merabet a punto de morir de un balazo, non, c’est bon, chef. Ahí está el terrorismo, la muerte y el tiempo. ¿Pero pidieron permiso a la esposa? ¿A los padres? ¿A los hijos? ¿Se aseguraron de que no iba a ofenderles? Es una desgracia terrible, pero los hechos no piden autorización.
»Y si no la piden los hechos, mucha menos legitimidad tendrán las ficciones para pedirla. Al fin y al cabo hay una gran diferencia entre el policía Merabet y el prodigioso Alá: sólo uno existió. Es fácil comprender que cuando el periodismo pide respeto para las ficciones está escribiendo, sin ayuda de nadie, su propia y definitiva necrología».
-Arcadi Espada, “Mecagüendios”, El Mundo–
«¡Ah, que nostalgia de sanas, libres y desvergonzadas publicaciones como Hara-Kiri o Charlie Hebdo, que no solo se burlan de quienes todos saben que son “malos” sino sobre todo de quienes a derecha o izquierda se tienen por buenos! Empezando por nosotros mismos…».
-Fernado Savater, “Gracias a Wolinski… y los demás”, El País–