Hoy presentó su segundo libro, y último de momento, Christian Sanz; lógicamente lo presentó en elcercano, editor del mismo, y entre amigos socios de este espacio que es café pero pide a gritos volver a ser club. Christian es una fenomenal persona y escritor, a quien da gusto escuchar porque es capaz de distendir el discurso más serio y comprometido con la broma espontánea y un gran sentido del humor. El amor, la belleza y armonía son teimas que revolotean continuamente en su cabeza, como esta última que transcribo: “La tranquilidad es el estado más natural de la belleza, como lo es el mar, y la experiencia nos dice que las personas más hermosas son de carácter reposado y cortés. Valgan, si valen, estas palabras”.
Decía que presentó su libro en elcercano, porque es su casa comuna de amigos, el club que podría ser el del Silencio de David Lynch, si Ourense fuera París o este que lo conduce fuera el propio Lynch. Aquí no hay que pagar para ser socio los 980€ ó 1.200€ al año que cuesta el de la rue Montrarte, con solo 110€ anuales puedes hacer que elcercano sea tu club, porque de eso estamos más cerca ahora que de seguir siendo Café. Es cuestión del espacio crear un ambiente apropiado para leer, tertuliar o ver cine y esuchar conciertos de jazz, amén de editar y ver cine en petit comité. O se traspasa un lugar como éste para que el que lo coja lo reconvierta en otra cosa, o volver a ocultarnos será la solución mejor en un futuro próximo. Gentes como Christian justifican esta forma de entender un lugar como elcercano, donde una tarde como la del 14 de marzo de 2024 se puede pasar prácticamente sin oir una voz.