Leo en El País el titular de lo que piensa Ahmad Jamal y me da que pensar: “Pones la televisión y no sale Billie Holiday; el mundo no marcha bien”. Ahí están Sálvame y programas primos hermanos que nos dan sus contenidos alternativos al jazz y otros programas que harían, a juicio del gran pianista, que el mundo marchara mejor. Pero, son los tiempos, y si no que se lo pregunten a la escena newyorkina del jazz que a raíz de la pandemia vio cerrar gran cantidad de clubs de jazz, teniendo que sobrevivir algunos, incluso el Willage Vanguard, con actuaciones hechas desde el interior hacia la calle; pero, hay que ver como el Willage, que se dice “Capilla Sixtina del jazz” y mejor club del mundo, es un club pequeño por el que pasan, sin embargo, los mejores intérpretes. Y si esto pasa en Estados Unidos, qué no pasará en otros lugares del mundo, o en España, donde El Central, por ejemplo, estuvo a puntito de perecer hace un par de años. De momento, en elcercano resistimos modestamente y seguimos haciendo conciertos de jazz que nos cuesta un montón convencer a la peña de que vengan a escucharlos, porque merecen la pena. Muy buenos músicos, pero parece que no sea suficiente, aquí también juega ese mamoneo de querer representar un papel pseudo intelectual que no puede darse sino en algún lugar de culto y nada más. La verdad es que la cosa aburre y uno se dice que no más, pese a la pena de cantidad de músicos que quieren tocar, pero hay que convencer cada día a uno y otro espectador de que valoren anticipadamente la actuación que posteriormente les resultará, como el propio Ahmad Jamal dice, que el mundo marche mejor. Ojalá.
¡Lo que cuesta mantener el jazz, Dios!
Comparte esta noticia:
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Imprimir