La verdad es que a Feijoo lo conocemos bien en Galicia, y en Galicia, en parte, funcionó, entre otras cosas porque recibió el legado de un partido popular hasta decir basta, o sea, hasta estar implantado en cada recuncho del territorio. Resulta un hombre cordial, aparenta deseo de complacer a todo quisque aunque lo que pasa es que el que espera desespera y el quisque sea enquistaba. En Galicia conocía la aguja de marear pero en Madrid la cosa va de otra manera y ritmo diferente. Mucho más rápido de como las ve venir, sin duda escolar de Rajoy el entregador. Yo creo que le falta valor, y en todo caso valentía para afrontar lo cagado que parece estar. No entrar al trapo y esperar a un año para que las elecciones de encumbren al poder de la inanidad, donde la calle va a estar aleccionada por aquellos que la mueven inoculando odio al que no piensa como ellos. Yo percibo que Feijoo le tiene miedo a Pedro, y percibo también que Pedro no le tiene ningún miedo a Feijoo, y esto produce un desequilibrio que favorece al fantoche abusón. Desde pequeñitos hemos aprendido a ver estos prototipos de personas, el de chulo con peito de lobo y el arrugado de espíritu y cuerpo, y casi siempre el que pegaba mejor las hostias era el miedo del débil. Me parece lo mismo que está pasando en esta lucha de dos líderes, donde uno va montándoselo poco a poco a costa de quitar lo del otro, mientras el otro está a la espera de que venga su primo Zumosol y lo libere. No es posible que ante la que está cayendo, porque caer cae la sedición, malversación, el sí es sí, el poder judicial, todo hasta un suelo insospechado en cualquier espíritu democrático que no milita en la faltriquera de la corruptela y que nos embarra hasta el alma. Parece mentira que Feijoo pida valentía a diputados socialistas mientras el la esconde bien adentro en fiestas militantes. No hay manera de escapar a la responsabilidad política que le ha tocado jugar, por mucho que la esquive, y tarde o temprano le diremos a la cara cuando tengamos ocasión de vérnoslas, que no es esto, señor Feijoo, que la pelea por la democracia exige no ser como RAjoy. Y para mas inri influye en la política con mas delante y garra del partido, la señora Ayuso, para que calme su discurso de empujar la moción de censura, y a esperar.
Asombrado con Feijoo
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