Dice el TAO que cuando los hombres pierden la capacidad de asombro, viene el desastre. Pues como quiera que uno no desea el desastre se asombra, y yo me asombro de que aún no hayan echado a Piqué del fútbol y Rubiales siga sin dimitir a estas alturas de lo que se sabe, porque de lo que aún no pero se puede saber más la cosa no debiera quedar simplemente en dimisión sino más allá. La cosa, para el que no esté informado, va de dos tipos que desde lugares diferentes pero complementarios se organizan para sacar buena tajada de un negocio con Arabia Saudí utilizando el organismo público que uno de los dos preside, Real Federación española de fútbol. Hasta el simpatizante independentista propone utilizar al rey de España, Emérito eh, porque el negocio es lo que cuenta y aquí principios o valores éticos ni se esperan, ni se tienen, ni les importa un carajo. La corrupción que se huele es de la que apesta, pues ya parece vicio, porque no creo que el defensa necesite más medios para vivir como un privilegiado; volviendo al TAO, hay que recitarle a Piqué aquello sabio que está escrito: “el que se da cuenta de que tiene suficiente es rico”. Hay que limpiar mucho en esta sociedad que no se puede mirar al espejo porque los granos que ve en la cara son tan grandes y llenos de pus que nos dan cierta nausea. Que no salgan de España estas competiciones nacionales, porque no todo es la pasta, también hay carnes y pescados que nos pueden alimentar convenientemente, sobre todo que no salgan a países donde los derechos humanos brillan por su ausencia y las mujeres brillan solo para dentro de lo reprimidas que las tienen los machos árabes. Que ruede el balón y con él también las cabezas que no merecen contar con responsabilidades públicas de ninguna clase.
- Sección: Noticias
- Publicado el 20 abril 2022
- Por Moncho
Dos sinvergüenzas en apuros
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