Hoy resulta esta noticia, y cada día una distinta, no es raro que incluso contradictoria con la de ayer y así llevamos desde hace dos años embriagados por informaciones distintas y variadas. Pero bueno, bienvenido sea este test si es cierto, porque de los chinos ya no me fío, sobre todo cuando hay tanta duda sobre el origen del virus. Hay quien piensa y lo argumenta, que este virus estaba siendo trabajado para guerra biológicas, y lo que está pasando en parte lo demuestra, indómito él. Según el amigo Vicente, hasta el 2025 no nos lo sacaremos de encima, según ayer la OMS incluso harán falta decenas -sí, han leído bien, decenas- de años para superarlo. Claro está que muchos no podremos comprobar estas impresiones de la OMS pero mete miedo el diagnóstico de la situación.
Ls pruebas PCR están consideradas las más precisas y sensibles para detectar el coronavirus, pero sus resultados pueden tardar horas en salir. Otros test más rápidos son menos fiables, así que celebremos al menos lo que nos dicen investigadores de la Universidad Fudan de Shanghái, que aseguran haber encontrado una solución, informa Afp. Parece ser que en un artículo revisado por expertos publicado el lunes en Nature Biomedical Engineering, el equipo asegura que su sensor, que usa microelectrónica, analizar el material genético de la muestra sin necesidad de pasar por el laboratorio. En cuatro minutos tendremos la respuesta a si somos positivos o negativos, algo al menos positivo.
De momento, nos disponemos a quitar máscaras al aire libre, como nos disponemos a volverlas a poner dentro de otro tiempo, porque son tantas las veces que nos han puesto el condón de la tristeza que ya no podemos olvidarnos de él, o ella.