Lo de ALARMA es una ironía mía, porque candidatos a funcionarios, das una patada y salen de cualquier rincón. No hay más que ver la cantidad y proporción de opositores en cualquier convocatoria indistinta al sector que corresponda.
La alarma no está en que el envejecimiento de este cuerpo laboral siga hacia adelante llegando en Galicia a más de 63.400 personas que rozan la edad de jubilación y que ponga en peligro la eficaz gestión de la Administración, no, porque ya lo hemos dicho en el párrafo anterior, hay sustitutos de sobra; el problema es que no haya sustitutos en el campo privado a los que engrosen las filas del público para poder sostener la riqueza necesaria con que pagar las pensiones de toda esta masa nueva que se jubila.
En esta tesitura, lo que no resulta demasiado lógico es que este mismo cuerpo laboral en edad de jubilación a los 67 años, puedan gozar de retirarse a los 61 con treinta años cotizados cuando en el campo privado ni de coñas se puede hacer ya, a no ser esas prejubilaciones pactadas entre bancos y gobiernos, porque entre ellos, los del poder, se entienden siempre muy bien ¿por qué será?
En fin, pese a las dudas que leemos en algún diario sobre la coyuntura que genera oportunidad y riesgo, la oportunidad es clara para muchos se ofrece un puesto laboral y el riesgo de que no se cubran ¡olvídense! que hay demasiada gente volcada en resolver su futuro entrando en este cuerpo público que solo zozobrará si el propio Estado lo hace.