Pues nada, los oponentes en el Concello al gobierno municipal han decidido que el Geriátrico que Amancio Ortega nos regalaba a la capital, como ha hecho en el resto de las grandes ciudades gallegas, no es trigo limpio, o no es un bocado apetitoso, o una donación necesaria, ¡hay que joderse! Cien empleos y ciento y pico plazas para ancianos en la provincia cuyo ratio de vejez es la más alta de España y Europa, no les ha seducido suficientemente y se han opuesto a ello, ojalá no la necesiten nunca ellos porque debería ponerles una tacha cuando se cree. No puede ser, desde mi punto de vista, que sigan fastidiando el bien común y colectivo los que solo atienden a intereses políticos, a una militancia borreguil que no deja lugar a la discrepancia mínima, ni uno sólo de los socialistas y del Bloque tuvo el coraje de apoyar lo que es bueno para todos. Esta actitud de hoy resulta deleznable y mezquina, al margen de posibles afectos personales e ideologías. Una pena, pero a revertir la negativa hasta que tenga final feliz, y a ser bien nacidos, simplemente por estar agradecidos. Ojalá nos llegaran mil ayudas más para revertir también nuestro pesimismo local. Que nos lo expliquen.
Ourense y el geriátrico
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