La Facultad cumplió 50 años desde su primera vez, la primera vez que los estudios de la Escuela de Periodismo pasaban a ser universitarios. Pero, ¿para qué? ¡Ah, eso es otro cantar!, pues si nos remitimos a lo que hoy son generalmente, las excepciones confirman la regla, la verdad deja mucho que desear, paniaguados sostenidos por la subvención pública aunque se vista de publicidad institucional, casi siempre innecesaria y siempre arma poderosa para callar la voz del cuarto poder. Entonces, cuando estudiamos Periodismo en esa Facultad, mayormente los que lo hicimos fue por la resaca del Watergate y el Washington Post, héroes profesionales de la información que se jugaban el bigote contra el presidente USA por la verdad acontecida. Hoy dista más que los años transcurridos, esos cincuenta desde la inauguración, los principios perdidos de objetividad e independencia, precisamente para hacer el papel prensa de cuarto poder. Pero no ¡quiá!, aquí más vale chupar de los fondos públicos que decir y contar la verdad, mucha de ella podrida.
La Facultad de CCII
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