Pepe es un gran tipo, un tipo grande, pues teniendo ya el cuerpo de 65 años, que como todos los que lo tenemos sabemos sobremanera, sigue estando grande. ¡Cuerpo!, que se le puede decir sin temor a que nos lo tome como un insulto, cuerpo fuerte pero algo inclinado también es verdad por el peso de la espalda que jamás se dobló pero ahora son los discos vertebrales los que van perdiendo su colchón. Ay la edad. Bueno, el caso con Pepe no tiene remedio. Mira que le tengo dicho; “Pepe, que éste es un sitio muy distinguido, al menos así nos prejuzgan algunos mediocres analistas, no puedes venir de bañador y chancletas. – Ya, ya, pero es que soy un espía y vengo disfrazado. -Ah, bueno, si es así pasa, pasa, que ya te ponga la primera ronda. Pepe, un tipo peculiar, pero ¿por qué será que a mí me gustan tanto estos tipos peculiares?
Pero Pepe, mira que te lo tengo dicho…
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