Nunca me gustaron las banderas, ahora tampoco me gusta ver el deporte rey del que fui aficionado y muy culé durante gran parte de mi vida, pero porque los valores principales del deporte se diluyen en negocios de cifras oscuras y deudas públicas. Sin embargo, ayer puse el partido de la selección de fútbol de España en elcercano, contraviniendo la costumbre. Porque era una forma personal e íntima de desagraviarme como español de Galicia ante el espectáculo de las élites políticas de Cataluña que se pasan por el arco de su triunfo, ¡qué ejemplar triunfo de libertad el suyo!, pasan del sacrificio que supone para el resto de España verlos libres. No nos confundamos y caigamos en la posverdad que nos intentan vender hace mucho tiempo estos independentistas de perogrullo que en cuanto los sentaron en el banquillo hasta hubo alguno que gimoteó de miedo; a mí me preocupan la mitad de esa Cataluña que menosprecian y cancelan de sus derechos a sentirse lo que quieran. Esto no va a parar y si no esperemos un tiempo para comprobar si Cataluña sigue en su empeño anticonstitucional y gamberro, donde estamos cansados de ver como distribuyen la riqueza entre los suyos, dejando fuera a los demás, mientras se vacía de elementos empresariales y de emprendimiento que creen verdadera riqueza.
- Sección: Noticias
- Publicado el 24 junio 2021
- Por Moncho
España
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