Pues nada, él como si oyera llover. Le importa un carajo que le diga, ¡Pepe, que este es un lugar elegante! Y él, que se descojona de mi. Lo malo es que yo también me descojono. Porque el que Pepe aparezca cada día en bañador y chancletas, como si venir a elcercano fuera ir a la piscina, tiene su qué, el ‘que paso de todo’, pero de todo, o casi todo. Es un contraste curioso ver un espacio tan mimado en su decoración y que brilla con un discreto encanto decorativo, al tiempo que uno de los mejores habitantes del mismo no cuida nada su vestimenta, diría yo que, incluso, exagera su dejadez en la ropa. Le da un punto al Café que ya lo quisieran otros, cual si fuera Pepe un Toulouse Lautrec en uno de los tugurios de Pigalle, dominando con su tableta al igual que lo hacía el de Albi con sus dibujos. ¡Mira, Pepe, que este es un sitio elegante! Ja,ja,ja, es la respuesta de él. A mi me gusta que se ría porque aquí nos conocemos todos y nada hay que nos fuerce a ser rebaño como en otras causas. Pepe, mañana no vendrás con pantalones, seguro, pero a mi tampoco me importa, que lo sepas.
- Sección: Noticias
- Publicado el 2 junio 2021
- Por Moncho
Mira que te lo tengo dicho
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