Tres mil emigrantes irregulares procedentes de Marruecos han pasado a nado a Ceuta en un solo día, un hecho sin precedentes en España, pues supone un récord que no se ha alcanzado ni en los periodos más críticos de fuerte presión migratoria. Por ejemplo, en la crisis migratoria a Canarias el último año, que había ya batido récord hasta esa fecha, se llegaran a registrar el 7 y 8 de noviembre 2.000 llegadas. En 2018, el año con el mayor registro histórico de entradas irregulares, el mes de junio tuvo una de las semanas más complicadas con el desembarco entre el 21 y el 27 de junio de casi 2.800 personas. La cosa se agrava por el delicado contexto sanitario de Covid en el que estamos, vamos a ver como Ceuta puede acoger a tanto emigrante y con qué medios va a contar para ello y la labor humanitaria consiguiente. Sin duda corresponde al Gobierno de Madrid y a la Unión Europea asumir el problema planteado por Marruecos con el burdo chantaje por acoger en un Hospital de Logroño al jefe del Frente Polisario, con la ruta abierta a que salten a nuestro territorio todos los que esperan en ese país la mínima oportunidad de hacerlo.
Acojona ver a tanta gente desesperada por entrar en España cuando aquí tenemos la sensación de estar de pena mas que de gracia. Pero no se oyen voces de ningún partido político tratando el tema como merece, e informándonos a la ciudadanía cual es el plan. Porque, de momento, ni dios se entera de qué pasa con los emigrantes llegados a Canarias que alcanzaban la suma aproximada a 18.000, que no es ninguna coña. Dicen que en Francia no los dejan entrar, está bueno el país galo en estos momentos con el problema interno musulmán, como para abrir fronteras a todo el que lo quiera.
Lo irregular no puede ser tratado como regulado, porque aquí comienza el confusionismo que nos lleva a que cada día las imágenes con cientos de emigrantes pasando se multipliquen y a ver quien los cuida y mantiene, con las colas del hambre cada día mas grandes. Menudo problema tenemos encima,