¡Joder, como anda el patio! Hasta balas han entrado en juego para decidir el voto de algunos en las próximas elecciones madrileñas. Si son balas para matar o de colección es la policía quien tiene que darnos razón, pues, al parecer, tan solo van marcadas con el año de fabricación y muesca del fabricante, lo que, por otro lado, dificultará la averiguación sobre el responsable de tal envío. Envío que sorprende no ser advertido por los escáner que están habilitados en Correos, Organismo responsable de ese sobre malnacido. Sería importante averiguar quien es capaz de tal chantaje emocional, para cortarle las pelotas, y eliminar dudas de su autoría. Hoy hablábamos en la tertulia matutina de la dificultad de evadir el sesgo de confirmación, que nos impide ver, tantas veces, lo que no queremos, o lo que menos beneficia a nuestro afecto y simpatía; por ello es obligado a la hora de comentar mínimamente un suceso contrastar distintos medios. Nos encontramos, así, en este caso balístico-político, con una parte alineada con la Cadena Ser y la periodista Angeles Barceló que tilda de fascista, criminal, ultraderecha a quien no cree a Pablo Iglesias; y tenemos enfrente a otros medios que dicen que son de sobra conocidos los métodos comunistas del fin justifica los medios y, por tanto, todo es una patraña montada por este político. En el medio, claro, está, distintas opiniones razonando porque se inclinan más a un lado que al otro. La verdad solo la sabe a ciencia cierta quien envió los sobres, pero si nuestro servicio de inteligencia es tan inteligente como el CSI americano, de auténtica película, debemos esperar que halla huellas suficientes para seguir una buena pista y que esa verdad la sepamos muchos más, todos, y el que la ha hecho la pague, sea el que sea.
Por otro lado, hay que pedir que rebajen el tono cualquier indignado de piel fina que cuando la violencia se desata hacia un lado, el contrario al suyo, calla como la muerte y se alegra por lo bajini cual vivillo imbécil, y al contrario, porque a la violencia si no se la sujeta firmemente puede ir a la deriva y causar mucha más violencia. Ya tenemos de sobra mucha con la pandemia para que la casta política la avive más y más de pura y mezquina estrategia. Al respecto leí una reflexión de Jose Antonio Marina que advierte sobre esto y que debemos tener muy en cuenta: la violencia se va calentando de manera progresiva y casi silenciosa, uno se acostumbra poco a poco, claro, se da un contexto de odio que termina deshumanizando al enemigo. Es decir, cada vez que aparece un movimiento tribal, emerge la agresividad.
Que se descubra la verdad, todos los detalles de esta sorpresa, y se castigue definitivamente a su responsable.