Parece ser que el alcalde Jácome quiere cambiar el modelo de la mal llamada Universidad Popular para el próximo año. A mi no me parece mal, porque siempre me pareció que tras la palabra-pantalla se escondía una falacia: pues pensada para la clase más humilde y menos preparada, con el tiempo se convirtió en el recreo y ocio mañanero de muchas personas auténticamente privilegiadas, pues siendo pensionistas de poder adquisitivo alto se aprovechaban de las clases que impartían autónomos en lugares propios del ayuntamiento u otros contratados convenientemente. El divertimento y la socialización era el objetivo de tantos que se interesaban en estos cursos, y está muy bien, pero sería mucho mejor si pagasen su justo precio, al menos los que pueden; los otros, los más humildes de la casa Ouense podrían se llamados a participar subvencionándoles los cursos el propio Concello. Por otro lado siempre me pareció una competencia desleal para con el emprendedor autónomo, que inevitablemente sufre el hecho de que alumnos alumnos potencialmente suyos se pierden por el camino del barato-barato. Ya veremos como queda esto, pero me gusta que acciones y actividades que ya nadie movía un dedo por replanteárselas dejen de sentirse cómodas y se pongan a currar como otros la confianza de la gestión año a año.