Gran foto la de Víctor que muestra toda la vergüenza que alguno sentimos con este despropósito estético en que se está convirtiendo nuestra ciudad de Ourense, día a día, mes a mes, año a año, hasta empezar a desear la huida hacia otro lugar ¡manda carallo! Es ya aburrido, aparte de cansino, estar denunciando imágenes urbanas como esta o de otro tipo durante años sin que a nadie le importe un huevo, a nadie referido en competencia administrativa para cambiar lo que está mal. Pero, además del hostelero que solo ve en la estatura un obstáculo que salvar, sin siquiera percibir lo que hay en ese objeto, y aparte, claro está, del Ayuntamiento que mira hacia otro lado permitiendo ese insulto al mínimo gusto por el arte, tenemos que sumar a todos aquellos, dignos ciudadanos que se sientan en estas sillas para tomarse la consumición sin importarles impedir el paso a los demás transeúntes que tienen que caminar por el empedrado de los coches en lugar de las aceras tomadas por ellos. En fin, cuando ya nos conformamos y habituamos a la fealdad y abandono de la ciudad, es que hay poco que hacer para…
¡Qué verguenza!
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