Hoy vino Mayte desde Chantada a la tertulia, simplemente porque de vez en cuando se lo pide el cuerpo y tampoco es que esté tan lejos. Quizás sí para todos los días, pero una vez al mes, que es lo que nos visita, la cosa no es difícil. Se sorprendió un rato después de estar sentada con distancia obligada por nuestra precaución, de que no nos quitáramos la mascarilla, y se vio forzada a no quitársela tampoco ella; pese a estar fuera. Aquí nos cuidamos, o tratamos de hacerlo, no solo la salud del cuerpo sino también avivando neuronas que produzcan mas sinapsis, o sea, dándole a la cabeza, montándose tertulias maravillosas como las de esta semana que nos dio por Dios, la omnisciencia o no, y el catecismo. Voy a tratar, a partir de ahora, de tomar apuntes, porque la verdad es que lo que dicen unos cuántos, los otros normalmente callamos, resulta tan interesante que hay que recogerlo para tenerlo siempre a disposición para seguir pensando y comprendiendo mejor. Hay quien piensa en salir de viaje, o comer en determinado restaurante, comprar un coche o cualquier otra inquietud que resolver para sentirse bien; pues otros, va a ser que con la conversación y buena relación humana entre unos cuántos seres con los que se ven, les llega sobradamente. Así es el caso de este servidor, que hoy no cambia esta tertulia por ninguna otra que me pudieran ofrecer desde el gobierno mundial al local, y lo digo como lo siento, de verdad.
Las tertulias matutinas
Comparte esta noticia:
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Imprimir