La noche subió el telón,
La pasión salió de caza,
Miradas cruzadas con lujuria de barra a barra
La compañía que la corteja la vuelve más meta
Siguen minutos de tienta, calor y deseo
Cambio de lugar al otro de al lado
No entro, espero en la puerta a que ella decida
Si no o sí, educación o emoción libran su batalla en el interior
Al fin sale, yo la esperaba
Las miradas vuelven a cruzarse aún más libidinosas.
¿Nos vamos?
El coche atraviesa la noche de la ciudad por sus calles despejadas y silenciosas
Pocas palabras, solo ojos sobre ojos, labios o pelo, y sobre la vía que nos lleva,
Llegamos. Habitación, una cama.
Caricias que traspasan la realidad, alcanzando la verdad de dicha extrema.
Besos en el cuerpo, amor que calienta cualquier infierno. No hay palabras. Entro
Gemidos. Corrimientos de fluidos, y el desborde que llega al infinito.
Ternura en otra caricia sosegada, belleza del rostro con mirada que se clava
En la emoción íntima. El tiempo se pone a correr levantando los cuerpos de la cama.
Nos vestimos.
Pero antes, antes quedaba una cosa por saber, aún desnudos,
¿Cómo te llamas?
Nos vamos. Separados.