Esto no es, no es lo que conviene a un asunto serio como resulta el maltrato a ninguna persona por parte de otra. No puede ser que a cambio de pasta nadie cuente una historia pasada que al parecer fue juzgada sin advertirse un culpable. ¿Y si no fueran verdad todas las lágrimas de Rocío vertidas en el vertedero de Telecinco? Porque cuesta pensar que después de un año persiguiendo la productora este programa la cosa no tenga flecos que peinar. De momento, linchamiento público contra el presunto maltratador, que ya se ha querellado; y además de linchamiento público, de momento, despido laboral inmediato de quien fue colaborador de años, y años, y años, de esta putrefacta televisión. Lo de Telecinco es la falta de mínima ética para conducirse como medio, a mi modo de ver. Y el que presenta, un gran comunicador pero mayor odiador que echa por tierra la profesión en favor de su ideología plena de resentimiento. Y para rematar, entra la ministra, mujer de Pablo que azotaría hasta hacerla sangrar a Mariló Montero, todo un ejemplo de machista potencial maltratador que lidera la revolución por un mundo peor. Toda esta forma de progresía puesta al servicio de una ley de género que presume que todos los hombres somos potencialmente acosadores, maltratadores, hijos puta, por razón de tener polla en lugar de coño, aburre hasta la saciedad, pues creer a la mujer solo por ser mujer es como creer a la asesina, ladrona, corrupta y demás formas de hacer el mal, que no lo es solo porque es mujer. La hipocresía es tal que después ves un caso de violencia delante de tus narices, o mejor dicho, detrás del tabique en el piso de al lado, y normalmente todos estos que se levantan contra un Dreyfuss papel couché, callan para no meterse en líos. La televisión espectáculo basada en las miserias humanas funciona en un país donde no quiere saber donde van los dineros que se reparten desde un gobierno, cuando asoman amigos haciendo negocios por todos lados. Lo de no dejar entrar en directo a la hija de la mujer que denuncia, también es maltrato a la mujer que como hija habrá sufrido lo suyo en la separación de estos padres y algo tendrá que contar desde su perspectiva. Y no quiero defender a nadie ni atacar tampoco pero aquí la banalización pasa por lo que el letrero de Jorge Javier indica, pasta, lo importante es la pasta. Media España contra otra media, porque unos ‘Yo te creo’, y otros ‘Que se vea donde debe ser’, en Tribunales de Justicia que puedan valorar el caso mejor que por lágrimas, por hechos y actos investigados. Y si Telecinco llevaba un año detrás de Rocío Carrasco, tan seguros de su verdad y suplicio, ¿cómo tienen los arrestos de tener al presunto contratado durante este tiempo? No entiendo nada, y me jode todo.
- Sección: Noticias
- Publicado el 23 marzo 2021
- Por Moncho
¡Ay, Telecinco! ¡Ay, Jorge Javier!
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