¡Ah, si!, que dice el Ministerio para la Transición Ecológica que es necesario cerrar las tres pistas de la vertiente segoviana de Navacerrada para recuperar ese espacio a su estado natural para dominio forestal. Como si las pistas de esquí fueran agresivas con el entorno que las envuelve, cual si fueran torres de cemento armado como serán las cabezas de esta situación. Lo primero que tengo que decir para que no se ve un interés personal en mi rechazo absoluto a esta decisión ministerial, es que la nieve no me gusta nada más que para verla desde el tren o por televisión, no es mi hábitat natural y jamás me coloqué unos esquís pese a la oportunidad franca de hacerlo en nuestra estación de Manzaneda. Precisamente, sensible al cuestionable mantenimiento de Manzaneda por parte del dinero público continuo que se empeña por mantener lo que la naturaleza le niega, hay poca nieve durante el año, me resulta incomprensible desmontar Navacerrada cuando es un pulmón para tanto madrileño que desahoga la boina de contaminación habitual que los respira escapando a la sierra. Incomprensible también que en tiempos tan difíciles para mantener el trabajo, vamos camino del récord histórico de paro en España, se carguen puestos de trabajo estables que se irán al carajo. Poca sensibilidad. Pero es que, por otro lado, este gobierno llevado por tintes ideológicos dudosos más que por simples intereses públicos colectivos, los garbanzos que diría Fraga, le suelta la pasta, pero que mucha pasta, a una aerolínea que solo contamina. Hay que ver lo ecológico que es surcar los aires con motores quemando combustible. Lo siento por los madrileños aficionados a la nieve porque de ellos serán las calles duras de asfalto, siempre menos duras que las caras de algunos.
- Sección: Noticias
- Publicado el 19 marzo 2021
- Por Moncho
Que me expliquen el cierre de Navacerrada
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