El actor dijo bye-bye, hasta los mismísimos, porque aquí no se va ni dios, no Dios, que está en todas partes, sino se queda todo el mundo que puede, porque no hay vida más allá de la política cuando te instalas en algún puesto de altura. Pero Toni Cantó, sí, prefiere contactar con su manager a ver si hay algún chollo de lo suyo esperando en algún escenario que seguir peleando desde una tribuna política porque cambien los golfos de turno, cuando los tiene en casa. Se va un tío con valor y buen parlamentario, quedando Aguados y demás medianías que se sujetan al clavo ardiendo porque no se imaginan la vida sin un cargo. Como yo simpatizo con este tío, y la prueba de su diferencia a favor respecto a lo general está en su dimisión de los cargos actuales y no querer estar a la sopa boba, hoy lo de Pablo lo dejo en segundo lugar, porque el de Galapagar tiene el ego tan grande y subido que cree que puede decidir la vida de los demás, por pura coleta. El tío va y se presentar reclamando desde ya el liderazgo de una suma con el partido de su ex amigo Errejón, ¡porque yo lo valgo! pese a que en Madrid el Más corresponde al otro partido y el menos al de Iglesias. La cosa se pone calentita e interesante, y veremos una campaña donde los insultos, vejaciones, ataques personales y lo que quepa en lo peor de la historia democrática; que dios nos coja confesados porque aquí puede haber tiros por todas partes.
- Sección: Noticias
- Publicado el 15 marzo 2021
- Por Moncho
Para uno que gusta, se va
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