Oigo a Raphael lanzando gorjeos de ¡escándalo!, por poner música a esta censura pública contra las hermanas que se han vacunado fuera de España. Toda la prensa nos informa de un hecho de tal naturaleza que los posibles terremotos futuros de Granada no son nada a su lado, pues en Emiratos Árabes no pincharon en hueso y sí en tejido blando de las infantas Elena y Cristina, que han aprovechado un viaje de visita a su padre y de paso se han inmunizado con la vacuna. Le tienen tantas ganas al rey que todo lo que toca cerca es motivo de escandalera, pese a que el ya salió asegurando vía EFE que no es responsable de sus hermanas, y que la familia real, tanto él como Letizia Ortiz y sus hijas, se vacunarán cuando les corresponda, que es lo que verdaderamente importa.
Sinceramente, me la sopla que se vacune el que pueda y donde pueda si es que se lo permiten sus medios, porque lo que verdaderamente me interesa es que a la gente que me importa, entre los que me incluyo yo mismo, no nos robe nadie el sitio y cuando tenga que tocar toque. Me gustaría saber, eso sí, sobre todo de quienes se echan las manos a la cabeza con este caso, quien en la misma circunstancia no se la pondría. Mientras no se haga trampas en casa lo que hagan en Emiratos Árabes como que me importa un carajo.