Vemos una foto de un pasado de solo dos años y que nos trae la memoria de facebook, ¡que tremendo cómo sustituye a la nuestra!, y nos sale la apetencia a manos llenas de volver a estar tan juntos y llenos de compañía humana; mucho tiempo de aislamiento forzado por una causa externa que doblega cualquier voluntad interna, dispara la necesidad de acercarnos nuevamente, escuchar voces que no salgas de aparatos sino de las mismas personas que tenemos a un metro, de tocar el saludo con buen apretón de manos o un beso en la mejilla del otro, es la fuerza de lo que llevamos dentro el peor enemigo para vencer al bicho, por eso encontrar el equilibrio es tan importante, no dejarse llevar por lo que nos pide el cuerpo y sujetar ese animal que llevamos dentro. Volverán tiempos parecidos a este aspecto de reunirnos juntos para disfrutar de un hecho, acontecimiento, arte o el simple abrazo colectivo que supone estar juntos, pero no nos apuremos, porque la fiesta mala no ha acabado.
¡Que sí, que sí! pero paciencia
Comparte esta noticia:
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Imprimir