Carlos Vázquez y su hermana Ana querían dar un cambio estético a su local, la óptica La Gafa de Oro, en la calle Progreso. Querían aportarle un valor añadido y apostar por el arte y por Ourense. «Teníamos una pared en blanco y me acordé del mural que hay en el poste de Fenosa en la carretera de Oira. Siempre me impactó mucho», recuerda Carlos. Esa pintura la firma Mon Devane. Le contactaron rápido. No les fue difícil porque toda la familia del artista ourensano compra en La Gafa de Oro, un negocio con tanta tradición como arraigo a la ciudad de Ourense, en la que nació hace casi ochenta años. Le encargaron una obra que hablase de la óptica y le dieron total libertad creativa para llenar esa pared de arte. El resultado es un enorme retrato de una mujer en turquesa -color sello indiscutible del artista ourensano- luciendo unas llamativas gafas doradas. Y no es otra que Eva Conde-Corbal, periodista, modelo y prima carnal del artista. «Su padre, mi tío, fue quien nos puso en contacto a Carlos y a mí. Me pareció que retratarla a ella era una forma bonita de cerrar el círculo de este encargo. Además es muy buena clienta», bromea Mon. «Tengo que decir que soy muy fan de todo lo que hace mi primo. Salir en uno de sus cuadros para mí es un honor tremendo y me hace muy feliz», admite Eva.
En el arte siempre hay un algo más que no se aprecia a simple vista, por eso es importante saber mirar o llevar bien graduadas las gafas. En esta obra de Mon, uno de los detalles especiales está precisamente en el reflejo de esas lentes con montura dorada. «Es el skyline de un pequeño pueblito de Toledo en el que vive mi marido. Pasamos allí el confinamiento y cuando mi primo me pidió las fotos para hacer el retrato salió reflejado», dice Eva. La obra no solo alucinó al equipo completo de La Gafa de Oro, si no que también tiene fans en el barrio. «Hay mucha gente que viene a verlo. Algunos se quedan en el escaparate observándolo y les decimos que pasen, por favor. El arte, y más si es talento local, hay que disfrutarlo e impulsarlo todo lo posible», afirma Carlos. Habrá que verlo, con y sin gafas.