Ayer decíamos Venezuela, anteayer China, hoy toca Estados Unidos, y mañana, ¡ay, mañana Dios dirá!. Parece como que el mundo se haya vuelto loco, motivos hay para ello por mor de esta pandemia que desequilibra a cualquiera, pero si además los que nos gobiernan son los menos capacitados para dar sosiego al sistema, pues allá que nos precipitamos cuesta abajo y sin frenos. La negativa de Trump a perder el poder auspició ayer un movimiento nunca visto por los vivos en el Capitolio USA. No puede ser que se arranque un asalto al centro democrático del país enseña de la democracia, de igual manera que se ha hecho en repúblicas bananeras. La salud democrática está pasándolas canutas porque demasiados impactos nada demócratas desde fuera están influyendo en la voluntad de las masas; que las implicaciones de los narcos en los gobiernos, que las cuentas de redes sociales como instrumentos globales de enorme influencia se han arrogado el papel de jueces de la libertad de expresión, que los virus ignotos cultivados de espaldas a cualquier información pública y que matan sólo llevan a la cárcel o desaparición a quienes dan la voz de alarma, que los regímenes se están conformando de acuerdo a nuevos tiempos con fórmulas que no entendemos. Todo parece estar dirigido por el diablo para que nos vayamos a tomar por viento, pero bueno, como quiera que Dios existe ¿nooooooo? pues que venga a poner algo de orden en este mundo.
- Sección: Noticias
- Publicado el 7 enero 2021
- Por Moncho
Y ahora el Capitolio
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